LA OBRA

Y el tercer ángel tocó su trompeta, y cayó del cielo una estrella ardiente como una luz, y esa estrella es Ajenjo,
 y cayó sobre la tercera parte de las aguas y las tierras y fueron estas aguas amargas
 y mucha gente murió por esa agua amarga.-  Apocalipsis de San Juan



Como en sus comienzos, cuando por primera vez la destilara en Suiza una respetable dama de la sociedad, curiosa y dedicada a la herboristería,  poseedora de la receta original del licor, de la mano de varias mujeres entre ellas la dueña de un bar perdido en el tiempo y la memoria y una cocinera en busca de la alquimia perfecta, recorreremos la historia… Un bar clandestino: Absencia, escondido en el corazón de un lugar mágico, la Botica del Angel. Un Buenos Aires perdido en el tiempo… El licor prohibido y la noche endemoniada. Allí bebieron… Y obtuvieron besos, tangos enloquecidos y desenfrenados, tangos melancólicos y enemigos del día. Allí se enamoraron y se lastimaron. Pero un día, el ritual se exasperó. El aire enrarecido les comió las muñecas, los tobillos, los hizo temblar. Y sin querer, sin saber, fueron más allá… y sus mundos se desvanecieron...  Y el mundo es ahora un limbo sin nubes, sin dios, sin purgatorio. Insomnes, sin descanso ni lugar, danzan sus danzas eternas... 
 Y brindan con la amargura del ajenjo.








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